La iridotomía láser es un procedimiento oftalmológico fundamental y a menudo la primera línea de defensa contra una condición ocular potencialmente devastadora: el glaucoma agudo de ángulo cerrado. Aunque el nombre pueda sonar complejo, su objetivo es simple, pero crucial: crear un pequeño orificio en el iris para mejorar el flujo de humor acuoso, el líquido que llena la parte frontal del ojo. Hoy quiero explicar a detalle de qué trata este procedimiento, que no solo alivia la presión ocular alta en emergencias, sino que también es una medida preventiva vital para aquellos en riesgo.
¿Por qué es importante la Iridotomía Láser? Comprende el glaucoma de ángulo cerrado
Para entender la relevancia de la iridotomía láser, primero debemos comprender el glaucoma de ángulo cerrado. A diferencia del glaucoma de ángulo abierto, que progresa lentamente, este diagnóstico ocurre cuando el iris bloquea el drenaje del humor acuoso, lo que provoca un aumento rápido y peligroso de la presión intraocular (PIO).
Este aumento súbito puede causar dolor intenso, visión borrosa, náuseas y, si no se trata de inmediato, daño irreversible al nervio óptico y ceguera en cuestión de horas.

Según la Asociación Americana de Oftalmología (AAO), el glaucoma de ángulo cerrado es responsable de aproximadamente la mitad de los casos de ceguera relacionados con el glaucoma a nivel mundial. Aproximadamente 16 millones de personas en todo el mundo tienen glaucoma de ángulo cerrado primario, con 4 millones de ellos con ceguera bilateral.
La iridotomía láser actúa como una válvula de escape, permitiendo que el líquido fluya libremente y reduciendo el riesgo de un ataque agudo de glaucoma. Es un procedimiento preventivo que puede salvar la visión de un paciente.
Así es el procedimiento: ¿Cómo se realiza una iridotomía láser?
La iridotomía láser es un procedimiento ambulatorio relativamente rápido y mínimamente invasivo. Generalmente, se realiza en el consultorio del oftalmólogo y toma solo unos pocos minutos.
Antes del procedimiento, se administran gotas para los ojos que dilatan la pupila y otras para reducir temporalmente la presión intraocular. También se aplican gotas anestésicas para adormecer la superficie del ojo, asegurando la comodidad del paciente.
El oftalmólogo utiliza un láser de tipo YAG (itrio-aluminio-granate) o argón, o más comúnmente una combinación de ambos, para crear uno o más pequeños orificios en la periferia del iris. Estos orificios son microscópicos, apenas visibles a simple vista, pero son suficientes para restaurar el flujo normal del humor acuoso entre la cámara posterior y anterior del ojo.
El paciente se sienta frente a un dispositivo similar a una lámpara de hendidura, y el médico dirige cuidadosamente los pulsos de láser. Durante el procedimiento, los pacientes pueden experimentar un breve destello de luz o un ligero chasquido, pero rara vez sienten dolor significativo.
Después de la iridotomía, es común experimentar una visión ligeramente borrosa y sensibilidad a la luz durante unas horas. Se suelen prescribir gotas oculares antiinflamatorias para usar durante unos días. Se programa una cita de seguimiento para monitorear la presión intraocular y asegurar que los orificios creados funcionen correctamente.

Beneficios y consideraciones después de la iridotomía láser
El principal beneficio es la prevención de un ataque agudo de glaucoma de ángulo cerrado, lo que protege el nervio óptico de daños irreparables y preserva la visión. Para pacientes que ya han experimentado esto, la iridotomía láser se realiza en el ojo afectado y se recomienda preventivamente en el ojo contralateral, ya que el riesgo de un ataque en el segundo ojo es extremadamente alto.
A pesar de que se trata de un procedimiento seguro, como cualquier intervención médica, conlleva algunos riesgos mínimos. Por ejemplo, puede suceder una inflamación leve, aumento temporal de la presión ocular y visión borrosa o halos.
Es crucial discutir cualquier preocupación con su oftalmólogo antes del procedimiento. La iridotomía láser es una herramienta poderosa contra el glaucoma, ofreciendo una esperanza real para mantener una visión clara y saludable a largo plazo.
Quién es elegible para la iridotomía láser
La decisión de someterse a una iridotomía láser se basa en una evaluación exhaustiva de sus ojos por parte de un oftalmólogo. Los principales candidatos son aquellos con un ángulo estrecho, lo que significa que el espacio entre el iris y la córnea es más pequeño de lo normal, aumentando el riesgo de un bloqueo.
Su oftalmólogo medirá la profundidad de su cámara anterior y examinará el ángulo de drenaje utilizando técnicas como la gonioscopia y la tomografía de coherencia óptica (OCT). Si se identifica un ángulo estrecho o un ataque agudo previo, la iridotomía láser es fuertemente recomendada para proteger su visión futura.
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